jueves, 17 de febrero de 2011

Tres Tristes Tigres

Una carta hundida en espesa sangre ahogada por testosterona. Sentimientos que jamás se dijeron. ¿Porqué no cambiar el genero al amor? Sentado en mi cama pienso, que quizá, tenga un exceso de imaginación. ¿Qué estará haciendo ahora? ¿Habrá quedado con él? Estarán dando un paseo, haciendo recados. Y este triste observador solo puede decir que la envidia sana, no lo es. O es que quizá no sea envidia sana lo que siente.


1 comentario:

  1. Per fi aconsegueixo entreveure el que fa temps que hauria d'haver vist en aquesta foto i tornen a apareixer les tres t.. Tres Tristes Tigres. I continuo sense recordar exactament que volien dir.. Però el text em recorda perfectament altres coses i amorr.. la envidia sana va a desaparecer! t'estimo molt!

    ResponderEliminar