Desabrigado y vacío
olvido el calor de las
sábanas.
En ellas encontré
suspiros,
alivios del dolor que no
conocía.
Ahora me duele hasta la
pluma,
que en mi cojín habita.
Y los muelles, en mi
espalda,
rompen a uno esas
costillas
que Adán ya no regala.
Aquest M'ENCAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAANTA!
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