Hay días en los que dudo, dudo mucho sobre todo, dudo sobre mis amistades, sobre mis objetivos y mis intenciones, incluso dudo sobre lo que no sé, y ni siquiera sé sobre qué estoy dudando. Hoy es uno de esos días. Hoy es un día en el que, sin motivo aparente, no sé si estoy haciendo el ridículo. Y nadie me lo dice.
jueves, 31 de mayo de 2012
viernes, 25 de mayo de 2012
miércoles, 23 de mayo de 2012
Y solo falta esperar.
¿Es que vuestros padres no os enseñaron a no temer a la soledad? No hay nada malo en estar solo un rato. Estáis envenenando todo cuanto creía del género humano, del hombre y de la mujer corrientes. No nacemos con una mensajería instantánea en la mano, es más, morimos cuando lo hacemos. Sois los nuevos drogadictos de esta generación que está perdiendo todo el respeto, los buenos modales, la dignidad y el ingenio. Aún más allá, estáis perdiendo el significado de los sentimientos que atribuíamos a la palabra amor, ya muy desdibujados. El hombre, en su afán por conservarlo todo, esta edulcorando hasta sus sentimientos, congelándolos para impedir que se pudran, cuando un destino peor ya tienen reservado. Llamo a la pasión, a las noches (o tardes) furtivas, a un beso que diga más que tres millones de años desayunando juntos. El teléfono está empezando a sonar.
lunes, 21 de mayo de 2012
Para un día de paraguas.
No sé porqué insistimos en levantarnos siempre si hay días en los que la lluvia cae mucho mas fuerte, en los que sería mejor no salir de la cama. No entiendo la motivación de este mundo. ¿Por qué? Una y otra vez: ¿Por qué? Hay veces que necesitamos volver a encontrar amigos olvidados, conversaciones a medias que quedaron en el tintero. Otras veces ya es tarde, sin contar aquellas que me da vergüenza. Y sigo, y sigo, y sigo esperando que deje de llover.
A ver si hay suerte!
jueves, 17 de mayo de 2012
Olvidame
Una mañana verás la lluvia
cayendo sobre tus pestañas,
- despuntándolas.
Arrastrando esa sonrisa traviesa,
desnudando de nuevo tu dulce cuerpo.
Como si nosotros nunca hubiéramos existido.
Tan solo cinco minutos más,
he visto a la Luna rogar al Sol.
Tan solo cinco minutos más...
miércoles, 16 de mayo de 2012
Espejo definitivo.
Desabrigado y vacío
olvido el calor de las
sábanas.
En ellas encontré
suspiros,
alivios del dolor que no
conocía.
Ahora me duele hasta la
pluma,
que en mi cojín habita.
Y los muelles, en mi
espalda,
rompen a uno esas
costillas
que Adán ya no regala.
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